INCLUSIÓN SOCIAL, la polémica de los planes sociales

Mucho se ha hablado sobre el tema de la inclusión social en la Argentina. Desde la grave crisis económico-financiera que azotó a nuestro país en Dicimbre de 2001, muchas voces se han alzado al respecto. La solución que optó por tomar el gobierno al respecto, ante esta situación de crisis y emergencia social, fue la de otorgar subsidios y planes sociales para palear la dura situación. Pero ese es un parche que todavía subsiste hasta nuestros días y no para de desatar polémicas.
En primer instancia, es básicamente cuestionable la forma en que se otorgan dichos planes. Muchos son ciertamente otorgados a cambio de trabajo, pero otros tantos son otorgados sin contraprestación alguna. Creo que nadie pondría en tela de juicio que esas familias ciertamente necesitan de dicha ayuda económica para subsistir. Pero lo que si resulta dudoso es si a largo plazo esto genera una conciencia de trabajo necesaria para lograr un desarrollo sustentable en una Argentina que se jacta de tener los índices económicos más promisorios, pero que de nada sirven sin una cultura de trabajo y esfuerzo, cimiento fundamental para la Argentina que todos queremos.
En mi opinión, la clave está en desarrollar un plan a largo plazo que integre los niveles económico, social y cultural. Esto dará sus frutos generando fuentes de trabajo dignas y una consecuente inlusión social. Es indiscutible la cantidad de fondos que el estado otorga a dichos planes sociales, pero es incuestionable la necesidad de inversiones en factores productivos tales como educación y tecnología que aumenten la capacidad productiva del país. Asimismo, la inversión extranjera es otro de los pilares, además del ahorro interno, que benefician la productividad de un país.
En definitiva, es primordial comenzar a sustituir los parches que con esmero nuestros dirigentes han sabido aplicar para "salir del paso" para pensar a futuro y en un país en serio. Lo merecemos.