Por una vida más digna

Cada vez más recurrente hoy en día, la problemática de la desigualdad en las grandes ciudades ya no es cuestión de periferias ni mucho menos, lo tenemos al alcance de la vista. Hace falta sólo dar un vistazo a cualquier barrio para darse cuenta que las tomas ilegales, los asentamientos se dan por doquier.
Desde la etapa de la Industrialización, y como consecuencia del proceso productivo, se produjo un exodo del campo hacia la ciudad a raíz de la necesidad de mano de obra poco calificada para trabajar en las fábricas. Esto ha producido una explosión demográfica en estas metrópolis haciendo que las familias tengan que vivir hacinadas en la periferia de dichas grandes ciudades, en condiciones de vida poco dignas y sin esperanza de progreso.
Algo parecido pasa en la actualidad. Cientos de familias se ven tentadas a abandonar sus poblados o pequeñas ciudades para probar suerte en las grandes ciudades. Y hasta podríamos mencionar otros cuantos casos de emigraciones desde otros países. Sin mucha alternativa, dichas familias eligen asentar sus viviendas en cuanto espacio público (o no) encuentren. Así se generan los asentamientos ilegales dentro de las ciudades.
¿La solución? A mi entender, la solución a esta problemática debe ser de fondo y no sólo a corto plazo. Planes sociales y subsidios suelen ser remedios peores que la enfermedad. Una falta de voluntad de trabajo es la evidencia fundamental de dichas medidas. Una posibilidad que propondría yo sería la de crear cooperativas de trabajo, no justamente en la ciudad, sino repoblando zonas con gran potencial productivo pero poco aprovechadas actualmente. Así, otorgándole a cada familia una parcela a producir con tantas otras familias mediante una cooperativa, con el trabajo producido, podrán pagar en un futuro el terreno adquirido en buena ley y lo más importante, con dignidad. Esto tendría que estar acompañado de capacitación y una buena administración de las cooperativas de trabajo. Las inversiones en productividad, tanto en tecnología, educación y recursos, tanto humanos como naturales, recordemos, son las que más resultado generan en el nivel de vida general de la población.